enero 03, 2009

Carta al Oriente (favor no extraviar a Irak)

Holas a quienes no me siguen. Y lo sé por la cantidad de comentarios posteados en el blog de esa que os escribe o sea, cero comments! Bueno, un día mandaré un spam avisando de la existencia de mi almanaque digital. Eso ahora es lo que menos porque, lo que voy a hacer ahora es escribir a los reyes que vienen desde el lejano Oriente, a hacer felices a los que nos hemos portado bien, yupiiiiiiiiii! Ya sabéis lo que toca a todos los que no fuísteis tan buenos el año pasado... Pero yo sí! Y por eso, a tres días de que vengan Gaspar, Balthasar y Melchior, espero que ellos dispongan de correo electrónico para que mi humilde carta llegue a tiempo. Vamos allá:

Queridos Reyes Magos,
El año pasado me he portado mu, pero que ¡mu bien! El trabajo va bien, gracias. Creo que no han despedido a alguien mas que a mí. Estoy chupando del paro que para eso he cotizado y no estoy quitando la jubilación ni la prestación de los demás.Y con el dinero del paro me llega para pagar la habitación y dormir calentita en ese riguroso invierno...
Fui buena chica siempre que he jodido, perdonenme, podido! Ayudé a ancianos a subir y bajar del bus dándoles un empujoncito. Se han caído, les pasa por no llevar bastón! He auxiliado a los ciego a cruzar la calle y cuando el semáforo de los peatones se ponía a parpadear, en los segundos finales, corría para llegar a la acera. Pero ellos no veían y se quedaban a mitad de la vía.
He practicado lo que manda el Señor, el amar los unos a los otros. Pero no me metí en ningún trío ni orgías. Lo hice con fines de procrear pero como utilicé condones, no me quedé embarazada. Otro año será…
No coqueteé con drogas ni con alcohol. Ellas coquetearon conmigo, que las culpen a ellas, no a mí! Tampoco utilicé el dinero del sagrado pan de cada día para comprar sustancias. Mis colegas me invitaron a todo. ¡Qué majos!
Ah, y la familia… ustedes sabrán que mi familia es sagrada y para no corromperles con dinero, no les dí ningún duro.
No he choriceado a nadie. Las botellas que pitaron cuando pasé por caja cayeron en mi bolso sin querer. Y, en los botellones, no dejé desperdícios tirados. Tuve el cuidado de dejar en el portal de casa para tirarlos al contenedor cuando pasase la resaca. Tampoco he tenido problemas con los vecinos por eso, no les abría la puerta. Ni tuve la mala leche de firmar la hoja donde pedían para marcharme del piso. Hay que ver que mala es la gente que quiere echar a la calle a una persona que, lo único que hace es no saludarles en el ascensor por no molestar.
Escrito lo escrito y consciente de la crisis por la cual estamos pasando, decidí ser comprensiva y pedir lo justo:

Una furgoneta como esa. Blindada por mi seguridad y sin guardias. Yo misma conduzco. Ah, que no olviden el relleno, a ser posible, en notas de 10 euros que no hay cambio pa 500!!!



Es cierto que estoy contenta con mi aspecto. Pero una tarde en la pelu para teñirme el pelo y vamos, estaré clavadita a ella.
Bien, mi último pedido es que puedan cambiar mi ambiente de trabajo. Hice un curso de socorrista y quisiera trabajar en un lugar así!

Poseso, mis queridos reyes! Hemos quedado para el 6, ¿verdad? ¡Les espero!

Con cariño, 

Gingin

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