junio 08, 2009

Sin título, sin diploma y casi sin educación

Para aquellos que estaban casi felices y creyéndome muerta, lo siento! Sigo vivita, coleando y con ganas de seguir dando lata. Para rato!

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Estuve ausente durante muchos meses, seguiré estándolo. Por asuntos de trabajo, personales, porque de un tiempo a esta parte empiezo a notar algo raro, un incómodo sentimiento de rechazo hacia la gente. Me refiero a una determinada clase de gente que, voluntariamente, acaba jodiendo tanto mi existencia que termina por hacerme desconfiar de todo ser vivo poseedor de brazos, piernas, cerébro y corazón. No debería permitirlo, la gente vil no se merece saber que me hacen este daño pero sigo siendo demasiado humana. Y todavía no llegué a subir la escalera que me haga llegar a la altura ésta dónde se está por encima del bien y del mal. No importa, las cosas pasan, todo pasa, hasta la uva pasa...No obstante, no es eso lo que me hace ser canalla. Canalla lo soy por opción, pero sí que debajo de mi camiseta ajustada late un corazón.
Uy, rimó ! hehe

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Puede que el motivo de tanta mala onda contenida sea debido a la acidez estomacal que me produce la mentira, de la enésima vez que abandono mi tratamiento y emprendo la fuga del psiquiátrico, de mi organismo que ya no sabe distinguir la noche del día y que cambió de la noche a la mañana, de no poder llorar como quisiera mis muertos y los muertos de los demás, porque cada vez que sucede una catástrofe aérea me cago y no puedo dejar de recordar la cantidad de veces que me sentí angustiada dentro de la misma turbulencia que se sospecha, fue una de las causas del desaparecimiento del AF-447, que mis heroes se mueren de sobredosis, tiroteados o absurdamente encontrado con una cuerda al cuello en un hotel de Bangkok. Hasta que digiera todo, y que los sabores sean menos amargos, prefiero no ser recordada a ser recordada como la tía descafeinada y con mala leche.

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Y porque hay muchas cosas por las cuáles apostar porque merecen la pena, mis congratulaciones a los valientes, siempre ellos! Especial tks a mi hijo que es el mas joven valiente que conozco, porque se hizo maduro en su temprana edad y no se come tanto el coco por los casi dos años que llevamos lejos el uno del otro. Él sabe que es por él y sólo por él. Porque me espera con la dulce paciencia y la seguridad de que soy suya. Porque yo sabia que era un tío que merecía la pena nada más enterarme de su existencia. Pablo, valio cada contracción de las 16 horas que estuvimos peleando, yo para expulsarte, tú porque tenía ganas de nacer y arrebatarme el corazón desde el primer llanto. A y a todos los valientes de este mundo, mis más sinceras reverencias.

Hasta la vista !